En medio del ajetreo y la nostalgia que envolvió los pasillos de Televisión Costa Rica, una presencia permanece viva gracias a Recuerdo y el legado: el de Inés Sánchez de Revuelta, quien se ha convertido en un ícono de la televisión educativa en el país y una figura maternal que ha influenciado a generaciones de costarricenses. Recientemente, su hija, Inés Revuelta, visitó las instalaciones de y tuvo la oportunidad de compartir con .com el profundo significado que ese espacio tiene, y sigue teniendo, en las vidas de ella y su madre.

Durante su visita al canal, Revuelta expresó que fue un momento cargado de emociones, pues le evocó recuerdos nostálgicos de acompañar a su madre en los sets de televisión. Además, habló abiertamente sobre los difíciles últimos dos años de su vida sin su madre, revelando la carga emocional que ha llevado consigo desde su partida.

«En realidad, nunca he tratado de irme, realmente no, porque creo que cuando nos sentimos más acompañados es cuando sabemos que están con nosotros día a día, en nuestro corazón. Entonces, cuando te esfuerzas para que la gente termine de ir, es cuando puedes sufrir más.»

«Creo que lo que debería mantenernos en la vida es todo lo que aprendimos de esas personas: toda la forma en que nos fortalecieron, en el que nos formaron, en el que nos acompañaron, y que su memoria nunca es olvidada, porque no deja quién no olvida. Esa es la frase que uso muchas veces», dijo.

Inés Sánchez de Revuelta falleció el 7 de abril de 2023 a la edad de 91 años, dejando un legado que ha marcado la historia no solo de la televisión en Costa Rica, sino también en América Latina. Su programa Teleclub se transmitió por más de 60 años, lo que le valió varios récords Guinness, incluido el de ser la presentadora con la carrera más larga en un mismo programa de televisión educativa.

Nacida en Cuba en 1931, Inés se estableció en Costa Rica en 1961, y rápidamente se convirtió en una figura querida por el público. Con su estilo único, dedicó su carrera a la educación, la cultura y la promoción de los valores familiares. En 2002, recibió la Medalla de Mérito Femenino, y en 2015 fue homenajeada por la UNESCO.

En cada rincón de Televisión Costa Rica que su madre pisó, Inés siente que su presencia sigue viva. Y, como ella misma ha afirmado, «Inés dejó una marca indeleble en el periodismo, pero especialmente en los corazones de la gente».

«Creo firmemente que nuestros padres, madres, nuestros predecesores, nuestras abuelas y abuelos, realmente nunca van por completo. Pueden ir físicamente, pero siempre su energía, su corazón, su historia, que es parte de nuestra historia, permanece. Y nunca podemos perder nuestra identidad familiar, ni nuestra identidad como país. Eso es parte de lo que siempre debemos acompañarnos todos nosotros», concluyó.

Ahora, Inés Revuelta tiene la intención de recordar el legado de su madre a través de un premio a las obras periodísticas, ya que considera que eso es lo que a su madre «le hubiera gustado».