El Ministerio de Salud ha tomado la drástica decisión de cerrar el estadio Lito Pérez, sin proporcionar razones claras para esta acción. Esta situación deja en un estado incierto la primera etapa de las semifinales de la Clausura 2025, un torneo que ha tenido a muchos aficionados al borde de sus asientos.
Con apenas 48 horas restantes antes de la crucial primera etapa contra la Alajuelense, se pronunció que el estadio Miguel Ángel «Lito» Pérez fue cerrado el pasado viernes por orden del Ministerio de Salud. Informes de fuentes cercanas han indicado que esta medida se tomó debido a la falta de cumplimiento con las regulaciones sanitarias actuales. Este cierre se produce justo en el momento en que Puntarenas FC se encontraba en plena preparación para uno de los partidos más significativos en su trayectoria en el torneo.
La noticia de este cierre ha causado una profunda incertidumbre sobre el lugar donde se llevará a cabo el juego que está agendado para el domingo 11 de mayo a las 6:00 p.m., un encuentro crucial correspondiente a la primera etapa de las semifinales del torneo Clausura 2025. La comunidad futbolística está en alerta, esperando información sobre cómo se resolverá esta situación.
A pesar de la gravedad del asunto, hasta el momento, tanto el club Alajuelense como Puntarenas FC no han emitido comunicados oficiales sobre la reubicación del partido o cualquier posible reprogramación. A medida que pasan las horas, la expectativa crece sobre si el encuentro se mudará a otro estadio o si habrá esfuerzos de emergencia para revertir el cierre del Lito Pérez.
Este desarrollo representa otro revés para el Club de Buenos Aires, que ya ha tenido que enfrentar una serie de obstinadas dificultades, incluidas sanciones disciplinarias previas que lo forzaron a estar sin estadio para dos fechas importantes del campeonato.
Como alternativa, la sede que podría utilizar Puntarenas es el estadio Ernesto Rohmoser, ubicado en Pavas, San José. Sin embargo, la logística de un cambio de sede a tan corto plazo presenta desafíos significativos que tanto los jugadores como los aficionados tendrán que enfrentar.