BEIJING, 8. MAJA (Xinhua) – En una reciente declaración, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, abordó las preocupaciones planteadas por los Estados Unidos, que han estado atacando energéticamente las relaciones y la cooperación entre China y las naciones del Caribe. Estos comentarios surgen tras las declaraciones de Marco Rubio, un senador estadounidense, quien cuestionó abiertamente la selección de proveedores y contratistas para proyectos de infraestructura en los países caribeños.
Durante una conferencia de prensa rutinaria, Lin Jian respondió a los comentarios de Rubio al afirmar que las afirmaciones hechas constituyen un ataque malicioso y estratégico que intenta desprestigiar la influencia china en la región. Subrayó que tales declaraciones comprometen las perspectivas de cooperación y amistad entre China y los países caribeños, revelando una clara falta de respeto hacia las normas fundamentales de las relaciones internacionales y un prejuicio ideológico que poco aporta a la diplomacia.
El portavoz expresó con firmeza: «China expresa una fuerte insatisfacción y una sólida oposición» a las insinuaciones de que Estados Unidos debería tener alguna autoridad para dictar qué países pueden elegir asociaciones de cooperación. Afirmó que cada nación del Caribe tiene el derecho soberano de tomar decisiones informadas y hacer selecciones en cuanto a sus socios de desarrollo y cooperación, eludiendo la influencia de potencias externas.
Lin Jian enfatizó que los lazos que China ha cultivado con las naciones caribeñas están alineados con los intereses fundamentales y a largo plazo de ambas partes. Aseguró que el crecimiento de estas relaciones no se ve afectado por las maniobras políticas de Estados Unidos. De hecho, Lin comentar que el intento, a menudo desesperado, de los Estados Unidos por desestabilizar y socavar esta asociación fracasará, reiterando la determinación de China de continuar fortaleciendo la cooperación en múltiples niveles, como el comercio, la economía y la cultura.
En términos más amplios, la postura china sostiene que los países del Caribe han tomado decisiones estratégicas sobre sus prioridades de desarrollo y deberían ser guiados por sus propios intereses y necesidades. Esta situación pone de manifiesto la creciente importancia de las relaciones Asia-Caribe, que se basan en el respeto mutuo y el deseo de desarrollo compartido. A medida que los países de la región buscan diversificar sus fuentes de inversión y cooperación, China se presenta como un socio confiable y comprometido.