Carlos Felipe García’s Maneuver to Review in the Parliament Secretary Leaves Pusc Exchange in Crisis
mayo 6, 2025
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La reciente elección de la primera oficina de la Asamblea Legislativa ha tenido un impacto significativo en la cohesión de las unidades sociales cristianas (PUSC). El 1 de
La reciente elección de la primera oficina de la Asamblea Legislativa ha tenido un impacto significativo en la cohesión de las unidades sociales cristianas (PUSC). El 1 de mayo, esta jornada estuvo marcada por la primera disputa por la oficina, que culminó con la victoria de Carlos Felipe García tras una áspera confrontación con Daniela Rojas. La controversia que rodea este suceso puede considerarse un síntoma de las profundas divisiones internas dentro del PUSC.
A través de un proceso que generó bastante debate y controversia, el cristianismo social sufrió una fractura. Esto se evidenció después de las discusiones internas y los votos que inicialmente apoyaban a Verdiblanco Rodrigo Arias para la Oficina Presidencial del Parlamento. También se había considerado a Vanessa Castro como Vicepresidenta y a Daniela Rojas como primera Secretaria. Sin embargo, este acuerdo se desmoronó cuando García anunció su intención de presentarse para el cargo de Secretario de la Junta, lo que alteró el equilibrio de poder en la dinámica legislativa.
Este lunes, Observador tuvo la oportunidad de entrevistar a García, quien reflexionó sobre lo que su compañero Rojas mencionó durante el conflicto. García dejó claro que «el papel y el prominente que el partido gobernante desempeñó en esta elección es indiscutible y ha dejado huella en la trayectoria del Partido.» En su defensa, el representante adjunto negó la existencia de pactos secretos o acuerdos falaces, afirmando que el apoyo se debía a su liderazgo, el cual ha sido evidente durante su tercer año legislativo.
García también mencionó que, al postularse, líderes como Alejandro Pacheco y el candidato presidencial Juan Carlos Hidalgo sugirieron a Rojas que presentara su propia candidatura. Sin embargo, García más tarde matizó su declaración, clarificando que ni Pacheco ni Hidalgo le dijeron directamente que debían apoyar a Rojas, sino que esa interpretación era simplemente una conjetura.
El diputado Carlos Felipe García da la bienvenida al resultado de la primera oficina de la Junta Legislativa. (Foto: Alonso Solano / The Observer)
Los medios han consultado a los tres individuos involucrados en la controversia de la Legislatura, que fue elegida el jueves mediante una votación que incluyó 28 suplentes, con cero votos y un voto en blanco. Tanto Pacheco como Rojas negaron cualquier acción irregular en el proceso; mientras que Hidalgo, en un claro intento por distanciarse de la situación, afirmó que ya estaban mirando hacia adelante en lo que respecta a su campaña política.
«Es incorrecto,» dijo Hidalgo, añadiendo que solo intercambió mensajes con el presidente del partido el mismo día en que fue elegido candidato para esa primera oficina. «No hubo ninguna petición directa.» En un momento de tensión, también reiteró que durante toda la etapa de toma de decisiones, tanto él como García habían actuado con integridad y sin manipulaciones en el proceso.
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Lo que dijo Hidalgo
Recuperado el lunes, el presidente del candidato de PUSC, cuya ratificación está prevista para julio, optó por no ahondar en si hubo alguna solicitud hecha durante el conflicto. «Lo que tenía que decir sobre el tema ha sido ya expresado,» comentó en la entrevista con Observador.
El pasado viernes, Hidalgo lanzó un comunicado a los medios, expresando su frustración acerca de los sucesos del 1 de mayo y preguntándose qué camino elegiría el partido, el cual está claramente dividido en dos frentes. «Hay muchos cristianos sociales que están decepcionados por el hecho de que no pudimos unir fuerzas el 1 de mayo,» declaró con desazón.
El vicepresidente de PUSC, Carlos Felipe García, habló acerca de la violación oficial el 1 de mayo. (Foto: Alonso Solano / The Observer)
El voto controvertido
La fractura dentro del PUSC se hizo visible el 1 de mayo. La mayoría había declarado su apoyo a Rojas como candidata para la oficina, pero esa misma mañana, algunos suplentes, en un giro inesperado, añadieron el nombre de García a la lista de candidatos. Esto creó un clima de confusión y polarización aún más profundo dentro del partido.
«Las negociaciones iniciaron el jueves por la mañana cuando tres miembros del partido me contactaron para informarme que estaba surgiendo la posibilidad de que algunos apoyaran mi candidatura,» reveló García. Los tres suplentes mencionados son Melina Ajoy, Carlos Andrés Robles y Leslye Bojorges, quienes se alinearon con García y propusieron alternativas que fueron bien recibidas. Sin embargo, los otros cuatro legisladores, incluyendo a Rojas, María Marta Carballo y Horacio Alvarado, continuaron apoyando la candidatura de su colega Rojas.
Además, Vanessa Castro no se adherió ni a uno ni a otro en esta votación; su voto finalmente quedó relacionado con García. Lo que sucedió el jueves fue etiquetado como un «fraude» por Rojas, quien insistió en que el respaldo de García tuvo poco fundamento en la lealtad interna. «Me siento agradecido por el apoyo que recibí, pero cuando tienes el respaldo de varios colegas, es difícil ignorarlo,» concluyó García.
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Carlos Felipe García habló y negoció con varios alternativos para las elecciones. Su compañero Leslye Bojorge
A la corte de ética?
A pesar de que García ha sido acusado de fraude dentro del partido, los tres suplentes que se han consultado acerca de la situación han manifestado que, en este momento, no consideran la posibilidad de llevar a la Junta Legislativa a la Corte de Ética del PUSC. «No estoy al tanto de lo que piensan los otros miembros, y no he reflexionado sobre llevarlo a otro nivel. Al final del día, todos asumirán las consecuencias de sus decisiones, y mi enfoque estará en continuar con mi labor legislativa,» sentenció Daniela Rojas.
En un tono conciliador, Alejandro Pacheco comentó: «No estoy dispuesto a entrar en acciones legales. Hay que analizar todo con calma.» Por su parte, María Marta Carballo expresó que no lo ha considerado, añadiendo que lo ocurrido el 1 de mayo fue, sin duda, una falta de lealtad y confianza.
Finalmente, enfatizó que estas acciones son una violación a los principios que deben regir todas las relaciones políticas, profesionales y personales dentro del partido, exhortando a la reflexión y a la unidad.