mayo 4, 2025
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¿El último juego de Santos primero? La licencia cuelga de un hilo y se agota el tiempo

  • mayo 4, 2025
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El triunfo 3-1 contra Pérez Zeledón podría haber sido, sin que nadie lo supiera, el último partido que disputara Santos de Guápiles en la primera división del fútbol

¿El último juego de Santos primero? La licencia cuelga de un hilo y se agota el tiempo

El triunfo 3-1 contra Pérez Zeledón podría haber sido, sin que nadie lo supiera, el último partido que disputara Santos de Guápiles en la primera división del fútbol costarricense. Mientras tanto, el equipo, liderado por Wálter Centeno, cerró con dignidad su participación en el torneo Clausura 2025. Sin embargo, fuera de las canchas, el club se enfrenta a una cuenta regresiva impuesta por el Comité de Licencias de la Fedef Fútbol.

La investigación administrativa abierta contra Santos involucra la revisión de cinco presuntos delitos graves. La sanción más severa, que podría resultar en la revocación de la licencia del club, sigue latente en el aire. A pesar de esto, la ventana para aplicar dicha sanción se está cerrando rápidamente. Si el equipo logra disputar su último juego de fase regular (programado para el 22 de abril contra San Carlos), no podría ser expulsado de la primera división durante este torneo.

Esto se debe a que las licencias se otorgan para una temporada completa, abarcando tanto la apertura como el cierre. Si Santos participa en el resto de los juegos, formalizará así su participación total en el torneo, y la licencia dejaría de tener validez una vez que el torneo finalice. Posteriormente, cualquier equipo que haya sido eliminado debe solicitar una renovación para la temporada 2025-2026, lo cual evitaría la aplicación de una revocación retroactiva de la licencia.

Esto obliga al Comité de Licencias a emitir una resolución antes de que Santos se presente en su último encuentro; de lo contrario, cualquier posible castigo quedaría sin efecto práctico.

¿Qué se investiga?

La causa de esta situación se remonta al 4 de marzo de 2025, cuando publicaciones periodísticas y audios revelaron negociaciones no informadas con sociedades como Santos de Limón Sports Club y Santos del Caribe SA, ambas vinculadas a los empresarios Antonio Coreas y Norman Reyes.

Además, se detectó un giro de $113,000 de una empresa privada llamada Samara Hot Properties a las cuentas del club, sin ninguna justificación clara o notificación al comité correspondiente.

El cuerpo de gobierno identificó numerosas irregularidades que incluyen:

  • La participación de terceros no acreditados en las decisiones del club.

  • Acuerdos administrativos que no fueron debidamente adjuntados.

  • Omisión de los estados de cuenta bancaria del club.

  • Estados financieros que muestran activos negativos de ¢253 millones.

  • Deudas acumuladas con el Tesoro y el CCSS que superan los ¢460 millones.

  • Falta de cumplimiento con los estándares de las NIIF para las PYME.

A esto se suma una supuesta operación encubierta destinada a disimular el control administrativo real de la institución.

Santos tiene hasta el lunes 29 de abril para presentar su descarga ante el Comité. De acuerdo a la regulación de la licencia, si no se justifican adecuadamente los hallazgos, las posibles sanciones varían desde multas económicas hasta la suspensión temporal de la licencia, e incluso la revocación total de la misma.

Un cierre de sabor amargo

En los últimos encuentros, Santos respondió con solidez en el penúltimo día del torneo. Logró derrotar a Pérez Zeledón con un autoritario 3-1 en Ebal Rodríguez, lo cual dejó a los aficionados con sentimientos positivos a pesar de la incertidumbre que rodea al club.

Fabrizio Ramírez abrió el marcador en el minuto 6, pero Cristopher Solano empató para Pérez Zeledón a los 19. Sin embargo, Santos recuperó rápidamente el control y su victoria fue consolidada con goles decisivos que sellaron la amplia victoria.

Sin embargo, mientras los jugadores celebraban en la cancha, la atmósfera en la dirección del club se tornaba tensa. La verdadera batalla de Santos de Guápiles se libra fuera del campo, y el reloj sigue corriendo, ya que hay una fecha límite inminente: antes de que la pelota vuelva a rodar el día 22.