En el complejo entorno de una fase regular tan competitiva y llena de exigencias, Óscar Ramírez ha decidido emplear un enfoque que le es familiar: silencio, observación cuidadosa y avance paulatino. Su retorno a la liga deportiva de Alajuense, lejos del bullicio y el frenético ritmo del mercado de fichajes, se caracteriza por un trabajo metódico que comienza a generar sensaciones positivas tanto dentro de la cancha como fuera de ella, en lo que respecta al vestuario del equipo.

Javier Santamaría, el director deportivo del club, ha comentado que Ramírez ya está imprimiendo su estilo en las tácticas del equipo, ajustando cada detalle dependiendo de los jugadores que ha encontrado en su camino. Aunque solo ha dirigido dos partidos oficiales hasta el momento, los indicios de un cambio de rumbo son palpables y notables, lo que ha despertado expectativas optimistas entre los seguidores y dentro de la propia estructura del club.

«Estamos observando cómo, paso a paso, se va adaptando el estilo de juego del equipo. Ya está implementando aspectos tácticos muy específicos en el campo, y cuando no es posible realizar demostraciones en vivo, recurre al análisis de video para proporcionar retroalimentación y planear estrategias. Además, ha mostrado una gran sensibilidad hacia las cargas físicas de los jugadores», afirmó Santamaría.

Ramírez ha llevado a cabo reuniones importantes con el área deportiva del club. Su enfoque es claro: primero, observar y comprender antes de tomar decisiones. Aunque algunos clubes ya se encuentran refinando sus plantillas para el segundo semestre de la liga, las acciones en Alajuense se están realizando de manera cautelosa. El entrenador ha solicitado más tiempo para poder conformar su equipo y así determinar con precisión qué elementos son los más adecuados para su visión a largo plazo.

«Nuestra intención es que el entrenador avance en su trabajo diario. Existen jugadores que podrían adaptarse a diferentes roles en el campo, y Ramírez está explorando esas posibilidades. Hemos tenido reuniones con él, y cuando sea el momento adecuado, evaluaremos posibles refuerzos en base a nuestras proyecciones y a sus criterios tácticos», indicó el gerente español.

Con base en lo que se ha observado, el vestuario del club parece estar bien equilibrado en este momento. El técnico está valorando positivamente la versatilidad de varios de los jugadores, lo cual le permite experimentar sin alterar drásticamente el esquema del equipo.

«Es común que, con la llegada de un nuevo entrenador, haya ciertos ajustes. Algunos jugadores pueden desempeñar roles diferentes a los que tenían anteriormente. En este momento, estamos pasando por un proceso de análisis detallado», añadió Santamaría.

Mientras tanto, el equipo se mantiene como el único invicto en la Clausura 2025. Este domingo está programado para visitar a Santa Ana a las 11 a.m., en un partido crucial para garantizar su clasificación a las semifinales del torneo.

Con poco ruido y mucha estrategia en el horizonte, Ramírez continúa avanzando en su segundo capítulo con Alajuense. Se trata de una reconstrucción que no se promociona de manera ostentosa, sino que apunta a consolidar un proyecto a largo plazo.