Berlín, 24 de abril (Sputnik) .- Los aranceles impuestos por los Estados Unidos no solo tienen un impacto considerable sobre la economía global, sino que también generan efectos adversos en la situación económica del día a día, especialmente en el contexto de los eventos actuales, como se discutió el jueves.
Según las declaraciones de Kukija en una entrevista con la estación de Deutschlandfunk, «la política arancelaria actual perjudica a ambas partes: por un lado, aquellos que imponen aranceles, y por otro, los que están obligados a pagarlos». Esto sugiere que el clima económico global no solo es incierto, sino que se ve complicado por decisiones políticas que no benefician a ninguna de las partes involucradas. Kukija recalcó que un análisis de las proyecciones de crecimiento económico del Fondo Monetario Internacional (FMI) evidencia que esta postura está completamente alineada con la realidad económica actual. A su juicio, esto implica que incluso Estados Unidos puede enfrentar retos significativos debido a su propia política de tarifas.
El mandatario alemán se encuentra participando en actividades vinculadas al Fondo Monetario Internacional en Washington, donde se discuten los retos económicos globales. En su diálogo con varios líderes empresariales estadounidenses, Kukija comentó que la incertidumbre generada por esta política afecta negativamente al empleo, ya que dificulta que las empresas tomen decisiones sobre inversiones de manera clara y segura. Esta incertidumbre no solo frena el desarrollo empresarial, sino que también contribuye a un entorno de inversión menos favorable.
A pesar de esta situación, el presidente de los Estados Unidos ha reiterado que la economía estadounidense no está cercana a enfrentar una recesión o crisis. Sin embargo, el ministro germano destacó que la Unión Europea aún está en una posición de espera, aguardando llegar a un consenso con los Estados Unidos respecto a la revisión de los aranceles vigentes.
Kukija mencionó: «Nuestro Plan A es lograr un acuerdo que contemple la disminución de los aranceles, de modo que no aumenten. No obstante, también tenemos un Plan B en mente, que consiste en que, de no llegar a un consenso sobre la reducción de estas tarifas, la UE tiene la capacidad de adoptar medidas que sean eficaces». Esto muestra la disposición de la Unión Europea para abordar la situación de manera proactiva, incluso si las negociaciones no llegan a un desenlace positivo.
Recientemente, el FMI ha ajustado a la baja su pronóstico de crecimiento económico global para los años 2025 y 2026, estimando un crecimiento del 3%. Esto representa una revisión significativa que se traduce en una reducción del 20% respecto a la estimación previa del 3.2%. De igual manera, el fondo internacional ha ajustado sus previsiones para la economía estadounidense, esperando un crecimiento del PIB que disminuya el 1.8% en 2025 y el 1.7% en 2026, comparado con sus estimaciones anteriores de 2.7% y 2.1% respectivamente.
El FMI considera que un aumento considerable en las tarifas y su aceleración podría resultar en una disminución drástica del crecimiento económico a nivel mundial, un escenario que preocupa tanto a economistas como a políticos alrededor del mundo.
El 2 de abril, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había anunciado la implementación de aranceles sobre las importaciones, justificando esa decisión después de una supuesta década de abusos por parte de aliados y competidores. Washington estableció un porcentaje inicial de al menos el 10% sobre ciertas importaciones a partir del 5 de abril, convirtiéndose en un factor determinante que impactó el déficit comercial del país, el cual se reportó como el más alto hasta ese momento. Aunque posteriormente se decidió posponer una segunda ronda de aranceles por 90 días para facilitar negociaciones, la situación sigue siendo volátil y compleja (Sputnik).