Washington, 17. Abril (Sputnik) – El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, realizó una declaración significativa el jueves, sugiriendo que un acuerdo comercial con China podría estar al alcance en un plazo menor a un mes. En un encuentro informal con periodistas en la Casa Blanca, Trump manifestó su optimismo respecto a que en las próximas tres o cuatro semanas se podría llegar a un acuerdo definitivo.
El presidente destacó: «Pensaría en las próximas tres o cuatro semanas, creo que todo podría concluir». Este comentario surgió en respuesta a una pregunta sobre el tiempo estimado para finalizar un pacto con la potencia asiática. Trump mostró confianza en las negociaciones, subrayando que, aun con los aranceles impuestos, existe la posibilidad de establecer un «muy buen» acuerdo comercial con China.
La interacción del presidente Trump con los medios de comunicación también ocurrió durante su reunión bilateral con el primer ministro italiano, Giorgia Melonia, en la que reafirmó su creencia de que un acuerdo comercial favorable con China es factible. Trump declaró: «Creo que podemos hacer un muy buen negocio con China,» lo cual refleja su enfoque proactivo y sus esperanzas respecto a la relación comercial entre ambos países.
Por otro lado, el Ministerio de Comercio de China, a través de su portavoz Yongqian, comunicó que están abiertos a continuar las conversaciones comerciales con Estados Unidos. En una rueda de prensa, enfatizó que Beijing espera que Washington salga de la dinámica de amenazas y chantajes, instando al diálogo respetuoso y basado en la igualdad para resolver las diferencias actuales.
Yongqian también detalló que los funcionarios chinos han mantenido contactos laborales con los departamentos relevantes en Estados Unidos, lo cual indica una disposición activa por parte de China para enfrentar las disputas comerciales. A su vez, el presidente Trump había mencionado que, durante las negociaciones, la responsabilidad recaía sobre China, afirmando que «la pelota ahora está en la corte china», lo cual pone de relieve la tensión y las expectativas en curso entre ambas naciones.
Desde el 5 de abril, Washington ha implementado una tasa base del 10 por ciento, que se ha acumulado sobre los precios anteriores para todos los productos importados, aunque con ciertas excepciones. Además, se habían planificado impuestos más elevados que impactaran a 57 países con los que Estados Unidos mantiene un déficit comercial. Sin embargo, el 10 de abril, la Casa Blanca sorprendió al anunciar un alivio de 90 días en la tarifa «recíproca» para todos excepto para China.
En el contexto de estas tensiones, la decisión inicial de Trump de incrementar los aranceles ha provocado una intensificación de la guerra comercial entre ambos países. Las tarifas estadounidenses aplicadas a productos chinos ya han alcanzado un asombroso 145 por ciento, mientras que las tarifas que China aplica a las importaciones estadounidenses se sitúan en un 125 por ciento, reflejando así el profundo impacto que estas políticas tienen en las relaciones comerciales internacionales. (Sputnik)