El pasado martes, la comunidad del fútbol costarricense se vistió de luto al recibir la triste noticia del fallecimiento de Carlos «Cuca» Herrera, un emblemático ex jugador de la Liga Deportiva Alajuelense. Con 89 años de edad, «Cuca» dejó un legado significativo en el deporte, recordado por su dedicación y pasión por el fútbol.

Nacido el 1 de enero de 1936, Carlos Herrera tuvo el honor de formar parte de la famosa alineación que hizo historia en la Liga en la década de 1960. Junto a otros grandes como Carlos «El Aguilucho» Alvarado, José Luis Vivo Quesada, Francisco Montanaro, Isahas «Macatre» Esquivel, Eduardo «Albella» Salas, Juyan José Gámez y Juan Ullloble, Herrera contribuyó a forjar el prestigio del equipo. Estos jugadores no solo compartieron cancha, sino que también vivieron momentos inolvidables que siguen vibrando en la memoria de los aficionados al fútbol.

Hijo de Don Bernardo Herrera Ramírez y de la Sra. Dorila Morera Zúñiga, «Cuca» vivió su infancia y juventud cerca del estadio Alejandro Morera Soto, ubicado en El Llano de Alajuela, un lugar que se convirtió en su segundo hogar. Su pasión por el fútbol surgió en esos primeros años, donde comenzó a soñar con convertirse en un jugador profesional, un sueño que realizó con esfuerzo y dedicación.

A través de sus redes sociales, la Liga Deportiva Alajuelense confirmó con gran pesar el fallecimiento de Carlos Enrique «Cuca» Herrera Morera, un ex jugador destacado y campeón nacional con el club en las temporadas de 1958, 1959 y 1960. Además, fue parte fundamental en la conquista de la Copa Centroamericana y del Caribe en 1961, así como en la histórica participación del equipo en «El regreso del mundo» de 1960, un evento que marcó un antes y un después en el fútbol nacional.

Además de su destacado paso por la Liga Deportiva Alajuelense, Carlos «Cuca» Herrera también tuvo la oportunidad de jugar en varios clubes de otros países. Entre estos se encuentran clubes de México como el Morelia, así como equipos guatemaltecos como Sacachispas, Aurora, Municipal y Palo Gordo. Su paso por el Deportivo Saprissa también es recordado por muchos, consolidando así su carrera internacional en el mundo del fútbol y dejando huella en cada equipo que representó.