En una reciente declaración realizada el 15 de abril, el secretario de economía de México reafirmó que la reconocida automotriz japonesa Honda no tiene la intención de modificar sus planes de producción en suelo mexicano. Este anuncio se produce como respuesta a informes de prensa que sugerían que la compañía estaba considerando trasladar parte de su producción de vehículos desde México y Canadá hacia los Estados Unidos.
El secretario, Marcelo Ebrard, hizo públicas estas aclaraciones para disipar cualquier incertidumbre existente sobre la postura de Honda. «Puedo asegurarles que los directivos de Honda en México han expresado que no hay intención de realizar cambios en sus planes de producción en el país», afirmó Ebrard en un breve mensaje escrito. Esta afirmación busca consolidar la confianza en la inversión y la producción automotriz en la región.
Las especulaciones acerca de un posible cambio en la producción de Honda surgieron tras las decisiones del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien implementó aranceles del 25 por ciento sobre los vehículos importados. Este tipo de medidas suelen generar inquietudes dentro de la industria automotriz, donde los márgenes de rentabilidad y la competitividad están fuertemente influenciados por factores arancelarios y las políticas comerciales entre países.
Honda, que es uno de los principales fabricantes de vehículos ligeros con presencia en México, reportó que en el primer trimestre del año 2025 se produjo un total de 49,509 vehículos. Esta cifra subraya la importancia de la planta mexicana para la estrategia de producción global de la empresa. La capacidad de producción de Honda en México es fundamental no solamente para satisfacer la demanda interna, sino también para abastecer otros mercados internacionales.
A medida que la industria automotriz continúa evolucionando en un panorama global cambiante, las decisiones de empresas como Honda son cruciales para el desarrollo económico de la región. La permanencia de Honda en México no solo beneficiará a la empresa japonesa, sino que también tendrá un impacto positivo en la creación de empleos y en el crecimiento económico local. Con un entorno de inestabilidad en términos de políticas comerciales, resulta crucial que las empresas mantengan claros sus planes de inversión y producción, lo que contribuye a fomentar un ambiente más predecible y atractivo para las inversiones futuras.