En un mundo en transformación, China e India toman el control
- abril 11, 2025
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San José, 10 de abril (DNP) .- La historia recuerda que en 1816, tras la derrota de Napoleón Bonaparte en la batalla de Waterloo, se pronunció una famosa
San José, 10 de abril (DNP) .- La historia recuerda que en 1816, tras la derrota de Napoleón Bonaparte en la batalla de Waterloo, se pronunció una famosa
San José, 10 de abril (DNP) .- La historia recuerda que en 1816, tras la derrota de Napoleón Bonaparte en la batalla de Waterloo, se pronunció una famosa frase que se ha convertido en una especie de premonición: «China es un gigante dormido. Déjalo dormir, de modo que cuando se despierte, el mundo se sorprenderá». Estas palabras, que datan de más de dos siglos atrás, cobran una relevancia especial en la actualidad, en un mundo caracterizado por tensiones geopolíticas y económicos convulsos, como los que se han vivido tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a varios países.
Hoy en día, la influencia global está cambiando de manera significativa. Aunque hay quienes se centran en la figura de Donald Trump y sus decisiones estratégicas en el escenario global, es evidente que los países del Indo-Pacífico, en particular China e India, están comenzando a asumir un papel de liderazgo en el mapa mundial. Esta perspectiva fue expuesta por el historiador Enrique Zapata durante su intervención en la conferencia titulada «El Mundo en ebullición: un aspecto de Euro-Asia», evento organizado por la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional.
Varios factores respaldan esta creciente tendencia hacia el liderazgo de India y China en el ámbito global. Uno de ellos es el aumento en la productividad, que se evidenció en el crecimiento del PIB de varios países en el año 2024. En este contexto, India se destacó con un notable crecimiento del 6.5% en su producto interno bruto, impulsado por tres elementos clave: la expansión del sector tecnológico, un sólido consumo interno y políticas favorables para la inversión extranjera.
Por su parte, China también mostró un crecimiento significativo, alcanzando un 5%, gracias a su enfoque en la gestión del sector manufacturero y una mayor apertura al comercio internacional. Además, otros países del sudeste asiático, como Bangladesh, Filipinas y Vietnam, no se quedan atrás, cada uno también registrando crecimientos relevantes cercanos al 6%.
Un aspecto interesante que mencionó Zapata es la percepción errónea que muchos tienen sobre India, que comúnmente se ve como un país empobrecido con grandes problemas sociales. Sin embargo, una mirada más profunda revela que actualmente Francia ha superado a Italia como la quinta economía del mundo, lo que pone de manifiesto los cambios dinámicos en la economía global.
La emergencia de una clase media robusta en estos países es otro punto crucial que está contribuyendo a su crecimiento económico. Esta clase media es la que genera un mayor consumo y, por ende, impulsa la dinámica económica. Según las estadísticas, cerca del 53% de la población china pertenece a la clase media, lo que equivale a aproximadamente 693 millones de personas. En India, hay alrededor de 450 millones de personas en la misma categoría, mientras que en América Latina, solo Uruguay destaca con un 27% de su población en situación similar.
Los avances económicos de los ciudadanos en China e India también están alterando la forma en que estos países participan en el turismo global. Se han observado nuevas dinámicas, como anuncios en chino en Madrid y la aparición de máquinas para preparar té en tiendas europeas. Esto se debe a la creciente presencia de turistas de estos dos países en el extranjero. Se estima que en 2024, aproximadamente 140 millones de ciudadanos chinos viajarán al extranjero, con alrededor de 50 millones de indios, y 40 millones de rusos también contribuyendo al turismo internacional.
Para el analista Zapata, es indiscutible que estamos entrando en lo que él denomina el «siglo asiático-Pacífico». Además, sugiere que la posible reunificación de las Coreas podría desempeñar un papel crucial en este contexto, argumentando que una Corea unificada podría convertirse en una potencia tanto económica como militar.