abril 13, 2025
Farandula

Una existencia marcada por la tragedia

  • abril 10, 2025
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Roberto Antonio Pérez Herrera, conocido artísticamente como Rubby Pérez, ha sido aclamado como «La voz más alta del merengue». Sin embargo, su nombre ha llegado a los titulares

Una existencia marcada por la tragedia

Roberto Antonio Pérez Herrera, conocido artísticamente como Rubby Pérez, ha sido aclamado como «La voz más alta del merengue». Sin embargo, su nombre ha llegado a los titulares recientemente por la trágica noticia de su fallecimiento. Rubby estaba en medio de un concierto en la República Dominicana cuando sucedió un incidente devastador: el techo del lugar colapsó, llevándose consigo la vida de este icónico cantante y dejando un legado de amor en la música merengue.

Rubby Pérez había capturado los corazones de sus admiradores con temas inolvidables como «The African», «Sake Out Antonio», «Volveré», «Enamorado de ella», «Buscando tus besos», «Y no lloraré», y «Así que no me olvides», entre otros. Estos hits fueron fundamentales para catapultarlo al éxito en el ámbito musical y lo convirtieron en una figura legendaria dentro del género. Su voz poderosa y emotiva resonaba con una pasión que pocos artistas lograban transmitir, dejando una huella indeleble en la música latina.

Sin embargo, la vida de Rubby no estuvo exenta de dificultades. Desde temprana edad, su existencia estuvo marcada por la tragedia. A tan solo 14 años, un desafortunado accidente lo llevó a ser atropellado por un autobús, propiciando un largo proceso de recuperación. Durante dos años tuvo que aprender nuevamente a caminar y a hablar, enfrentando desafíos que habrían desalentado a otros. Recuerda con melancolía cómo todo cambió en un instante y cómo este evento moldó su carácter y resiliencia.

Esta fue la discoteca.

En una de sus reflexiones sobre el incidente, Rubby compartió: «Era una Saeta jugando béisbol y quería ser como mi hermano Neifi, que jugaba en las grandes ligas. Sin embargo, el accidente a los 14 años cambió mi vida para siempre». Describe cómo había salido con su padre, un conductor de automóvil público, antes de sufrir el grave percance. A pesar de todo, mantuvo una actitud de agradecimiento hacia la vida y su voz, reconociendo que el momento difícil le enseñó a valorar su talento y el poder de la música.

La vida lo llevó por caminos inesperados, alejándolo del deporte hacia una carrera como cantante. Su pasión por la música lo llevó a unirse a grupos corales en su iglesia, y eventualmente, a ser parte de formaciones musicales notables, incluyendo la de los reconocidos artistas Fernando Villalona «El Mayimbe» y Wilfrido Vargas.

Tenía un gran corazón

En otra reveladora entrevista, compartió una experiencia donde salvó la vida de un hombre en la República Dominicana. Después de una presentación en un hotel, fue testigo de un accidente en el que un hombre estaba en peligro crítico por una herida. Sin dudarlo, Rubby contactó a su hermano Micaías, quien es cirujano, y decidió llevarlo en su auto al hospital cuando la ambulancia no llegó a tiempo. «Mi hermano se llenó de sangre, pero logró estabilizarlo. Luego, ese hombre le agradeció en un programa de televisión», recordó Rubby con satisfacción.

El hombre a quien Rubby le salvó la vida le agradeció en la televisión nacional.

Los momentos más difíciles

Pérez también reveló que los momentos más dolorosos de su vida fueron los de la muerte de sus padres. «Cuando me avisaron que mi madre y mi padre habían fallecido, esos momentos fueron devastadores para mí. Tuve que reunir fuerzas y seguir cantando esa misma noche. Recuerdo que con mi madre canté en Nueva York, y con mi padre, en Miami. La gente pensaba que estaba sudando, pero realmente eran lágrimas», confesó Rubby con nostalgia.

Zulinka Pérez, la hija de Rubby.

Él salva la vida de su hija

Su última acción heroica fue salvar a su hija Zulinka Pérez durante la tragedia en el Jet Set Disco. Mientras el público le pedía que interpretara «Del color de las rosas», su hija, que es corista, se sentía insegura después de una reciente operación. Rubby la tranquilizó y le dijo: «Quédate en tu micrófono y yo iré al mío». Zulinka, al recordar esos momentos, reflexionó: «Si hubiera estado en el micrófono de mi padre, no estaría aquí ahora.» Mientras tanto, su esposo se lanzó sobre ella para protegerla cuando ocurrió el colapso del techo, resultando en una pierna fracturada, pero salvando así su propia vida y evitando que su hijo quedara huérfano.

La última voluntad

Zulinka también compartió que, hasta sus últimos momentos, Rubby había dejado instrucciones precisas sobre cómo quería ser recordado: «Me había dicho que no quería que la gente lo viera mal y que no tomarán una mala impresión de él». Esa última petición se tornó aún más significativa cuando su cuerpo fue encontrado entre los escombros tras el colapso. La tragedia ha dejado un saldo devastador, con un informe que señala 124 muertos en el lugar.