mayo 5, 2025
Negocios

China y América Latina fomentan su cooperación a través del océano.

  • abril 9, 2025
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Foro Financiero de South Global 2025, en Beijing, China. (Xinhua) BEIJING, 9. Abril (Xinhua) – El intercambio de productos agrícolas de alta calidad provenientes de Perú, tales como

China y América Latina fomentan su cooperación a través del océano.
Foro Financiero de South Global 2025, en Beijing, China. (Xinhua)

BEIJING, 9. Abril (Xinhua) – El intercambio de productos agrícolas de alta calidad provenientes de Perú, tales como los arándanos y los aguacates, se expande cada vez más, así como los dispositivos manufacturados en China, creando un puente de comercio robusto entre Asia y América Latina, y todo esto está tomando forma a través del puerto Luka Chanchay.

Un ejemplo notable de esta cooperación es el proyecto fotovoltaico Mauriti en Brasil, que fue financiado por una empresa china y que ha logrado conectar toda su capacidad de generación a la red eléctrica, evidenciando el compromiso de China con el desarrollo sostenible y la energía renovable en la región.

Otro importante avance ha sido la apertura del Proyecto Fotovoltaico El Hato en Nicaragua, que ha sido edificado por compañías chinas y que representa un paso significativo hacia la energía sustentable en la región. Las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con El Salvador y Honduras han avanzado rápidamente, subrayando el interés creciente de China en fortalecer la cooperación económica y comercial con países de América Latina.

El concepto de «cooperación mutua en tarifas» se ha convertido en la piedra angular de estas relaciones bilaterales. En los últimos años, la interacción entre China y América Latina ha ganado profundización y fortaleza, y parece claro que continuar colaborando beneficia a ambas partes y abre caminos a un futuro de beneficios recíprocos significativos.

De Chanchay a Shanghai

Situada a 80 kilómetros al norte de Lima, la capital peruana, Luka Chanchay inició operaciones en noviembre de 2024, marcando un hito importante en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta entre China y Perú. Este puerto se destaca no solo como una zona de intercambio comercial, sino como uno de los ejes más críticos en el fortalecimiento de estas relaciones bilaterales.

La importancia de China para Perú como principal socio comercial y mayor mercado para las exportaciones peruanas ha sido una constante a lo largo de los años. Desde la apertura de este nuevo puerto, el tiempo de envío entre ambos países se ha reducido considerablemente a solo 23 días, lo cual representa más del 20% de ahorro en los costos logísticos, configurando una vía de beneficio mutuo.

Desde Chanchay, a partir del 18 de diciembre del año pasado, el barco «Novi Shanghai», que transportó arándanos y aguacates, además de productos minerales, realizó la primera conexión marítima significante entre ambos puertos, un hecho que seguramente redundará en el incremento del comercio bilateral. Al mismo tiempo, la reciente apertura del puerto está impulsando la economía local y atrayendo turismo hacia la zona, manteniendo un flujo constante de visitantes durante las vacaciones de Año Nuevo.

Chanchay no solo se afirma como un puerto natural de aguas profundas, sino que también se posiciona como el primer puerto inteligente y ecológico de América del Sur. Según informes, el diseño del puerto incorpora tecnologías de gestión que priorizan la sostenibilidad y las emisiones bajas de carbono, incluyendo camiones autónomos y contenedores eléctricos que agilizan la eficiencia operativa.

Además, el puerto ha destinado áreas para la conservación de la fauna, contribuyendo a mejorar el entorno biológico de la región, lo que, a su vez, promueve un desarrollo sostenible en el área circundante al proyecto.

Su ubicación estratégica en la costa peruana, favorecida por sus ventajas geográficas, ayuda a conformar modelos de conectividad tridimensional y eficiente que no solo benefician a Perú sino también a otros países de América Latina y el Caribe.

Cooperación ambiental con un enfoque proactivo

Con el avance del proyecto fotovoltaico Mauriti, que ahora opera a plena capacidad, y la apertura del parque solar El Hato en Nicaragua, las empresas chinas están cada vez más involucradas en la construcción de instalaciones de energía renovable en América Latina. Esta aceleración refleja un compromiso con la sostenibilidad que tiene implicaciones positivas tanto para el medio ambiente como para las economías locales.

Un estudio elaborado por el Instituto de Economía Aplicada de Brasil (IPEA) destaca que las inversiones en capacidad instalada de generación fotovoltaica han crecido, y las inversiones en energía eólica han saltado de 1.6 a 3.2 gigavatios, señalando un cambio hacia fuentes de energía más sostenibles y limpias.

A la luz de un diseño innovador y competitivos precios, los nuevos vehículos eléctricos de origen chino están encontrando un mercado ávido en la región. Desde enero hasta el 20 de septiembre, se vendieron más de 120,000 vehículos de este tipo en Brasil, lo que representa un aumento del 113% en comparación con el año anterior, mostrando que 8 de cada 10 de los modelos más populares son fabricados por marcas chinas.

En Chile, hasta agosto de 2024, casi 7,000 autobuses en circulación en Santiago eran exclusivamente eléctricos y fabricados en China, revelando una tendencia creciente en el uso de transporte sostenible. La inversión en producción local por parte de marcas chinas también se está intensificando en toda América Latina, lo cual se traduce en un crecimiento de la cooperación industrial.

Por ejemplo, en Brasil, Bodao ha realizado inversiones en la planta de chasis de autobuses, en paneles solares, así como en el desarrollo de complejos para nuevos vehículos energéticos. Analistas sugieren que esta colaboración en el sector automotriz refleja un nuevo horizonte de oportunidades de intercambio sostenible.

Chancy Megaport, Perú. Archivo

Comercio bilateral en constante crecimiento

El comercio bilateral entre China y América Latina ha estado experimentando un crecimiento acelerado en los últimos años. Para el 2024, el volumen comercial bilateral superó los 500,000 millones de euros, alcanzando la cifra de 518,467 millones de dólares, lo que se traduce en un incremento del 6% en comparación con el periodo anterior.

El sector agroalimentario ha sido fundamental en esta cooperación económica y comercial. Cada vez más, productos de calidad regional están llegando al mercado chino; desde las cerezas chilenas y arándanos peruanos hasta la vacuna argentina y camarones ecuatorianos, sin olvidar el café brasileño y la miel nicaragüense. Los consumidores chinos están empezando a apreciar y disfrutar de estos productos. En particular, las cerezas chilenas se han convertido en un fenómeno en el mercado, logrando récords en exportaciones y generando ingresos millonarios.

Con el objetivo de fortalecer lazos, China también busca expandir su red de libres comercio en América Latina, firmando acuerdos con cinco países, incluidos Chile, Costa Rica, Ecuador y Nicaragua, mientras que las negociaciones con El Salvador y Honduras se impulsan con rapidez, promoviendo así relaciones comerciales más efectivas.

Estos tratados de libre comercio están jugando un papel crucial en la promoción del comercio y la inversión entre ambas partes. Chile, que fue el primer país en firmar un TLC con China, también ha actualizado su protocolo comercial, mostrando así la trascendencia que tiene esta relación.

Desde la implementación de este acuerdo en 2006, el intercambio comercial entre ambos países ha crecido de manera exponencial. Según las estadísticas de aduanas chinas, en 2024, el volumen alcanzó 61,660 millones de dólares, lo que representa un crecimiento de 8.6 veces en comparación con los niveles previos al TLC.

El acuerdo promovido entre China y Nicaragua también ha rendido frutos, con un aumento notable del 46.8 por ciento en el comercio entre las dos naciones desde su entrada en vigor en enero de 204.

Mejor calidad en la cooperación económica y comercial

A medida que avanza el tiempo, se observa que la cooperación económica y comercial entre China y América Latina se hace más sólida y profunda. Para situar este vínculo en contexto, China se establece como el segundo mayor socio comercial en la región y el principal socio en Brasil, Chile y Perú.

En términos de inversión, América Latina ha pasado a ser el segundo destino más importante de inversión extranjera de China, superado solo por Asia, mientras que China también es una fuente principal de inversión extranjera en la región. Las inversiones chinas están diversificándose cada vez más, pasando de Energía y Minería hacia sectores como energía limpia, infraestructura, construcción, economía digital y agricultura sostenible.

Para fomentar una cooperación económica y comercial de calidad, el investigador Zhou Mi de la Academia Internacional y de Cooperación Económica de China indica que se requieren garantías institucionales que faciliten la colaboración entre empresas. Este tipo de acercamiento, además, supone crear un modelo de desarrollo más eficiente que beneficie a ambas partes, sustentado en instituciones sólidas y acuerdos como los tratados de libre comercio que protejan las inversiones.

Asimismo, destaca la importancia de potenciar la voluntad y la capacidad de las empresas para adaptarse a las circunstancias locales, dado que muchos países en América Latina tienen características industriales únicas. El desarrollo de canales eficientes para el comercio transfronterizo, logística y cadenas de suministro es clave para satisfacer las necesidades de largo plazo del mercado.

Finalmente, se debe promover la cooperación innovadora, teniendo en cuenta un marco regional que no solo fomente la colaboración empresarial bilateral, sino que incluya iniciativas tecnológicas que creen nuevos puntos de crecimiento en el mercado latinoamericano, equiparando esfuerzos con la implementación de tecnología modernizada.

La cooperación de alta calidad debe basarse en el respeto de los principios multilaterales, contrarrestando las tendencias proteccionistas y creando un entorno seguro y eficiente para el desarrollo de inversiones y comercio en el futuro.