El Ministerio de Medio Ambiente y Energía (Minae) ha emitido una seria advertencia sobre los peligros graves, que podrían incluso llegar a resultar en la muerte, para las personas que se dedican a la obtención de ingresos ilegales dentro del Parque Nacional Volcán Poás. Esta situación es especialmente alarmante considerando la reciente actividad volcánica que el coloso ha demostrado, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad tanto de los visitantes como de los trabajadores ilegales en la zona.
Mahyar Shirazinia Riggioni, quien es coordinador de las áreas protegidas del Sistema Nacional de Conservación (SINAC), ha expuesto las serias implicaciones de esta actividad ilícita. Se ha observado que cerca del cráter del volcán ha habido incursiones ilegales, lo cual se vuelve aún más peligroso debido a la actual actividad eruptiva del Poás. Tal y como lo explicó Shirazinia, «Ahora, con erupciones, es un área llena de cenizas y gases e incluso balística; las piedras que vuelan para decirlo en criollo». Destacó que la velocidad con la que las piedras volcánicas son expulsadas hace que no haya persona que pueda resistir el impacto de dichas rocas si se encuentra en la trayectoria de las mismas.
El funcionario continuó detallando los efectos negativos que la ceniza volcánica puede tener en la salud. «El ceniza es extraordinariamente corrosiva», indicó, añadiendo que puede afectar severamente a los ojos y las vías respiratorias de quienes están expuestos a ella. La situación es aún más crítica porque, ante la presencia de estas condiciones adversas, la supervivencia de cualquier persona atrapada en circunstancias tan peligrosas sería «casi imposible». Esto reafirma la gravedad de la situación en la que se encuentran aquellos que desobedecen las regulaciones y se arriesgan a ingresar en el parque.
El ministro de Medio Ambiente, Franz Tattenbach, quiso enfatizar la seriedad de la alerta, recordando al público que el parque se encuentra en estado de alerta naranja. Esto implica que la situación es potencialmente peligrosa y que no se deben realizar actividades que puedan resultar en riesgos adicionales. «En esta Semana Santa, le pedimos a la población que eviten promover el volcán ni involucrarse en actividades ilegales debido a los riesgos que esto conlleva», afirmó Tattenbach, haciendo un llamado urgente a la responsabilidad ciudadana.
Desde el miércoles 26 de marzo, el Parque Nacional Volcán Poás ha sido cerrado indefinidamente por el Ministerio de Medio Ambiente y Energía, una medida que busca proteger la vida de las personas y la integridad del parque ante la situación actual. Esta decisión es un claro indicativo de la magnitud de la amenaza que representa no solo la actividad volcánica, sino también la actividad humana irresponsable en áreas de alto riesgo.