abril 14, 2025
Costa Rica

Las emisiones del volcán Poás alcanzan una altura de dos mil quinientos metros.

  • abril 8, 2025
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Caída de ceniza generada por el volcán Poás. Ovsicori San José, 8 de abril (EP/PL) La actividad del volcán Poás, uno de los más emblemáticos de Costa Rica,

Las emisiones del volcán Poás alcanzan una altura de dos mil quinientos metros.

Caída de ceniza generada por el volcán Poás. Ovsicori

San José, 8 de abril (EP/PL) La actividad del volcán Poás, uno de los más emblemáticos de Costa Rica, ha alcanzado niveles preocupantes, con columnas de gases y fragmentos de rocas que se proyectan a más de dos mil 500 metros de altura. Este fenómeno ha sido documentado por expertos locales, quienes monitorean de cerca la situación debido a su potencial impacto en las comunidades vecinas.

Recientes explosiones en la Boca C han liberado intensos flujos de material volcánico que ya han comenzado a afectar a áreas como Varablanca, una comunidad situada en las proximidades del cráter. Esta información ha sido corroborada por el Observatorio Volcanológico y Sismológico de la Universidad Nacional (Ovsicori), que se dedica a la investigación y vigilancia del comportamiento de los volcanes en .

De acuerdo con los técnicos de Ovsicori, los dos pulsos significativos de energía relacionados con la erupción inicial han generado la emisión de gases volcánicos y vapor de agua en cantidades alarmantes. Estas dos explosiones han marcado un incremento notorio de la actividad volcánica, siendo la última que tuvo lugar el 4 de abril la más potente hasta ahora, alcanzando una altura estimada de cinco kilómetros.

La segunda explosión, con una duración de aproximadamente diez minutos, también se caracterizó por un alto contenido de cenizas y gases tóxicos. Este comportamiento explosivo ha llevado a los expertos a realizar pronósticos sobre los posibles efectos nocivos de la actividad eruptiva, sugiriendo que la pluma de gas y ceniza se desplaza en dirección sureste, lo que representa un riesgo para comunidades aledañas, especialmente cuando la velocidad del viento es mínima.

Las emisiones del volcán han registrado temperaturas alcanzando hasta 250 grados centígrados en los gases expulsados, lo que representa un peligro tanto para la fauna como para la flora en las cercanías del área de influencia del Poás. El investigador Geoffroy Avard de Ovsicori ha descrito los recientes eventos como «explosiones de material caliente», lo que ha servido para catalogar la creciente actividad eruptiva del volcán.

La frecuencia de las erupciones está en aumento, con desalojos regulares de gases tóxicos y cenizas, por lo que las autoridades siguen en alerta máxima. Las explosiones también están acompañadas de un notable incremento en la actividad sísmica, que comenzó desde la tarde del domingo y continuó hasta la mañana del lunes posterior a la primera erupción.

Por otro lado, los académicos de Ovsicori han observado «una pluma volcánica muy rica en cenizas y vapor de agua», visible desde el valle central. Esta oferta de material en el aire, debido a la calma en los vientos, podría impactar diversas localidades alrededor del volcán.

A raíz de esta situación, el Parque Nacional Poás, un punto clave para el turismo en la región, ha cerrado indefinidamente desde el 26 de marzo, para garantizar la seguridad de los visitantes. Las advertencias de peligros han llevado a la Comisión Nacional de Emergencia a emitir una alerta naranja para las áreas cercanas al cráter y el distrito de Toro Amarillo en el Cantón de Sarchí, añadiendo que la precaución es esencial para proteger a las comunidades afectadas.