El juego de tarifas convierte a Estados Unidos en el principal obstáculo para la economía global.
abril 6, 2025
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El barco conectará y descargará contenedores en el puerto de Qinzhou, China. Xinhua BEIJING, 6. Abril (Xinhua) – La administración estadounidense ha implementado una serie de políticas comerciales
El barco conectará y descargará contenedores en el puerto de Qinzhou, China. Xinhua
BEIJING, 6. Abril (Xinhua) – La administración estadounidense ha implementado una serie de políticas comerciales con un enfoque altamente protegido y desorganizado, lo que provoca una serie de problemas en la economía global. Esta estrategia no solo promueve una especie de aislamiento económico, sino que también agrava el crecimiento lento que el mundo ha estado experimentando, afectando las relaciones comerciales y creando un ciclo pernicioso de incertidumbre en los mercados internacionales.
En la medida más reciente, el gobierno de Estados Unidos ha decidido instaurar aranceles recíprocos que comienzan con una «tasa base» del 10 por ciento, que aumentará para ciertos socios comerciales. Esta situación ha generado una ola de críticas y provocaciones en los mercados financieros, donde la reacción ha sido inmediata, evidenciada en ventas masivas y una creciente resistencia de parte de distintos sectores económicos.
Expertos y analistas económicos advierten que esta decisión tendrá repercusiones peligrosas en las economías tanto de Norteamérica como en el resto del mundo. Los cambios potenciales en las cadenas de suministro globales podrían ser devastadores, llevando a una contracción aún mayor en la actividad comercial global y al deterioro de los estándares económicos comunes que han sido pilares en la economía mundial por muchas décadas.
Inducción de turbulencia económica
La respuesta de los economistas a este tipo de políticas fue unánime, criticando la falta de sentido económico en un enfoque que podría ser «contraproducente». Martin Wolf, un comentarista económico prominente, refirió que estas políticas son «desordenadas e impredecibles», creando un ambiente de inseguridad e inestabilidad que afecta la confianza del consumidor y frena la inversión. La implementación inconsistente de aranceles está provocando incertidumbres que socavan acuerdos comerciales y engendran una desaceleración en la actividad económica en general.
A medida que la incertidumbre y los aranceles se suceden, los indicadores de confianza del consumidor en Estados Unidos han caído a su nivel más bajo desde 2021. A su vez, el mercado bursátil ha reflejado este deterioro económico, registrando su peor desempeño trimestral en más de dos años a principios de este año.
Las proyecciones para la economía estadounidense y global se tornan cada vez más sombrías. En el último reporte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha decidido rebajar sus expectativas de crecimiento, pronosticando una disminución en la tasa de crecimiento del 2.2 por ciento para 2024, y continuando en el mismo camino para años posteriores.
Además, la Corporación Internacional de Capital de China advierte que la imposición de «aranceles recíprocos» podría generar un aumento en la inflación y disminuir el crecimiento real del Producto Interno Bruto (PIB) en 1.3 puntos porcentuales, exacerbando así la crisis económica.
Este enfoque de la administración estadounidense está causando estragos en el panorama económico global, e incluso agencias de calificación como Fitch han empezado a recortar sus previsiones de crecimiento, poniendo énfasis en la inestabilidad que surge de las políticas comerciales de Estados Unidos.
Estas decisiones han llevado a Fitch a prever un crecimiento que disminuirá del 2.9 por ciento en 2024 al 2.3 por ciento en el presente año, y continuando en caída a un 2.2 por ciento para 2026, lo cual subraya la grave situación que enfrenta la economía mundial.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo también ha emitido advertencias sobre cómo la protección de políticas y las próximas disputas comerciales podrían interrumpir el equilibrio del comercio global en el futuro.
Erosionando los cimientos del sistema comercial
Analistas han señalado que la agenda comercial de Washington está influenciada por una idéntica noción de «Estados Unidos primero», que interrumpe el sistema comercial multilateral basado en el respeto a las normas, las cuales han sustentado la estabilidad global por décadas. Este enfoque se encuentra en la búsqueda de reducir el déficit comercial a toda costa, llevándolos a implementar aranceles que en realidad podrían perjudicar a Estados Unidos a largo plazo.
Las estadísticas muestran que el país norteamericano se beneficia de un superávit comercial significativo con la mayoría de las economías, sugiriendo que su imagen como «víctima» del comercio global está lejos de ser correcta. A través del incremento de aranceles, el gobierno busca consolidar ingresos fiscales, pero estas tarifas son también utilizadas como herramientas de negociación en contextos bilaterales y más amplios.
La estrategia comercial recientemente adoptada ha mostrado un giro hacia el uso de medidas coercitivas, alejándose de la colaboración y creando una atmósfera de competencia casi bélica. Esto sólo intensifica las tensiones comerciales y socava las bases que han sostenido el comercio internacional hasta ahora.
La creciente incertidumbre económica que emana de estas políticas podría amenazar el orden comercial internacional, que se ha basado en la reciprocidad y el diálogo multilateral. Las medidas unilaterales introducidas perjudican este equilibrio y es probable que conduzcan a un clima de competencia entre naciones en lugar de negociaciones constructivas.
Finalmente, los analistas coinciden en que este enfoque, lejos de resolver los problemas económicos subyacentes de Estados Unidos, probablemente intensificará las tensiones y aumentará la inseguridad económica a nivel global, reforzando la idea de que el futuro del comercio internacional podría estar en peligro.
En resumen, lo que se requiere es un compromiso renovado hacia el establecimiento de acuerdos justos y sostenibles que beneficien a todas las partes involucradas, en lugar de una búsqueda egoísta de la prosperidad a expensas de otros países.