San José, 5 de abril (DNP) .- El Observatorio Volcanológico y Sismológico (Ovsicori) de la Universidad Nacional (UNA) ha emitido una declaración importante sobre la situación actual del volcán Poás, que se encuentra en un proceso de erupción activa. Las autoridades han indicado que la probabilidad de que ocurran erupciones más poderosas es considerablemente alta en comparación con las que se han registrado anteriormente.
Este fenómeno se produce después de un periodo de tres meses, durante el cual se han estado monitoreando diversas manifestaciones precursoras que han sido comunicadas de manera precisa a las entidades relevantes y al público en general. La identificación y el seguimiento de estas señales son cruciales, ya que permiten realizar las alertas oportunas y tomar las medidas necesarias para minimizar los riesgos asociados con la actividad volcánica.
La reactivación del volcán se inició con la detección de una ligera deformación en la corteza terrestre, así como señales sísmicas inusuales y cambios en la composición y el flujo de gases expelidos. Esto se hizo evidente por primera vez durante una explosión ocurrida el 5 de enero, que marcó el comienzo de una fase más activa en el comportamiento del Poás.
Sin embargo, desde el 26 de marzo, la situación ha escalado significativamente, ya que el volcán ha estado experimentando erupciones continuas. La emisión de dióxido de azufre (AS) es constante y el desgaste del material volcánico es alto. Las explosiones están generando flujos de gases que alcanzan incluso el borde del cráter. Este fenómeno provoca una influencia notable sobre el Parque Nacional que rodea al volcán, así como una dispersión de gases que puede afectar áreas al oeste y suroeste del Poás, e incluso otras regiones aledañas.
El volcanólogo Geoffroy Avard ha destacado que la acumulación de gases, especialmente el AS, podría crear condiciones propicias para la formación de lahares en la cumbre del volcán, especialmente en caso de que se registren lluvias intensas, como las que tuvieron lugar el 3 de abril.
Además, es importante señalar que un volcán activo, ya sea en estado de reposo o vigilancia, siempre tiene el potencial de generar erupciones, explosiones hidrotérmicas y deslizamientos inesperados de tierra. Estas actividades volcánicas pueden ocurrir sin previo aviso, lo que añade un nivel de incertidumbre y riesgo para las comunidades cercanas. «Desde que comenzó esta fase activa, hemos notado un incremento gradual en la actividad volcánica, lo que proporciona una mayor certeza sobre el origen magmático de las variaciones observadas», expresó el volcanólogo.
Desde el 6 de enero de 2025, el Ovsicori ha publicado un total de 16 comunicados informativos sobre la actividad del volcán Poás. En particular, el 7 de marzo, tras un aumento significativo en la sismicidad y la deformación del volcán, se decidió elevar el nivel de alerta volcanológica a 3 en una escala de 4, indicando un cambio en la actividad volcánica que requiere vigilancia continua.
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