China expresa su postura sobre el abuso de la oposición hacia los Estados Unidos.
abril 5, 2025
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Ministerio de Comercio Exterior de China. Archivo BEIJING, 5 de abril (Xinhua) – El gobierno chino ha emitido una declaración clara sobre su rechazo a las políticas arancelarias
Ministerio de Comercio Exterior de China. Archivo
BEIJING, 5 de abril (Xinhua) – El gobierno chino ha emitido una declaración clara sobre su rechazo a las políticas arancelarias abusivas implementadas por Estados Unidos. Este rechazo se hace eco de las preocupaciones internacionales sobre el impacto negativo de estas medidas en el comercio mundial.
En tiempos recientes, Estados Unidos ha impuesto aranceles a sus socios comerciales bajo diferentes justificaciones. Estas acciones no solo contravienen los principios establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC), sino que también amenazan la estabilidad del sistema comercial global. China ha expresado su firme condena y oposición a estas prácticas que considera injustas y perjudiciales.
Desde la perspectiva del gobierno chino, las decisiones unilaterales de Estados Unidos subvierten los principios económicos fundamentales. Despreciar los logros obtenidos a través de negociaciones comerciales multilaterales y pasar por alto los beneficios que Estados Unidos ha obtenido del comercio internacional es, a su juicio, una actitud que sólo puede llevar a incrementar tensiones globales. El uso de tarifas como método de presión para obtener ventajas comerciales resulta ser un claro ejemplo de proteccionismo y coerción económica.
La retórica estadounidense de «reciprocidad» y «capital» parece ser un intento de enmascarar un enfoque que, en esencia, prioriza los intereses propios de Estados Unidos sobre el bienestar colectivo mundial. Este mensaje, transmitido por el gobierno chino, deja en claro que la utilización de aranceles como instrumento para desestabilizar el orden económico actual favorece solo a los intereses estadounidenses, a expensas de otros países.
China sostiene que tales acciones, al despojar de sus derechos económicos a otras naciones, inevitablemente enfrentarán una resistencia generalizada en la comunidad internacional. Al ser una civilización milenaria con una rica historia de valores y rituales, China se ha comprometido a ser un miembro responsable del sistema intergubernamental basado en la cooperación sincera y la confianza mutua.
En este contexto, se reafirma que «no buscamos conflictos, pero tampoco los tememos». Esta afirmación resalta que las amenazas y la coacción no son el enfoque correcto para abordar las relaciones con China. En respuesta a la presión externa, China ha implementado y continuará tomando medidas firmes para salvaguardar sus intereses en términos de soberanía, seguridad y desarrollo económico.
La declaración aboga por que la relación entre China y Estados Unidos se fundamente en la mutua conveniencia y los beneficios compartidos. Para lograr esto, es esencial que Estados Unidos escuche las expectativas de ambas naciones y del resto del mundo, y que se abstenga de utilizar tarifas como un medio para obstaculizar el comercio y el desarrollo económico de China.
Siendo la segunda economía más grande del mundo, China se compromete a abrir sus mercadosa, independientemente de las fluctuaciones en el panorama internacional. La afirmación subraya su intención de seguir promoviendo la apertura económica y la creación de un entorno empresarial más saludable, que beneficiará a todas las partes involucradas.
La globalización económica se percibe como el único camino viable para el desarrollo humano y la prosperidad global. La OMC juega un papel fundamental en esta dinámica, promoviendo un sistema de comercio justo y sostenible. La declaración enfatiza que la apertura y la cooperación son las tendencias históricas hacia las cuales el mundo debe avanzar, no retroceder a épocas de aislamiento y división.
Es un deber compartido por la comunidad internacional garantizar que la globalización se convierta en un proceso más accesible, inclusivo y equitativo. El desarrollo es un derecho que pertenece a todos los países, no un privilegio de unos pocos, y debe ser objeto de discusión y gestión colectiva entre naciones. La responsabilidad de construir un futuro compartido cae sobre todos los pueblos del mundo.
En este sentido, es fundamental entender que no hay ganadores en guerras comerciales o de tarifas, y que el proteccionismo lleva a un estancamiento inevitable. Por lo tanto, todos los países deben adherirse a los principios de consultación amplia y contribuciones mutuas, protegiendo la verdadera multilateralidad y oponiéndose firmemente a cualquier forma de unilateralismo y proteccionismo. La comunidad internacional, con la ONU y la OMC en el centro de su estructura, debe trabajar juntos para crear una entidad más justa y equilibrada.
Finalmente, la declaración reafirma la idea de que los países que actúan con justicia y equidad estarán del lado correcto de la historia, enfatizando la necesidad de un orden internacional que rechace cualquier forma de hegemonía en favor de una cooperación genuina y beneficiosa para todos.