6 es solicitado por Francia.
- abril 2, 2025
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La Policía Internacional, conocida como Interpol, ha emitido una advertencia roja contra un grupo de seis costarricenses tras una solicitud formal de las autoridades francesas. Esta alerta se
La Policía Internacional, conocida como Interpol, ha emitido una advertencia roja contra un grupo de seis costarricenses tras una solicitud formal de las autoridades francesas. Esta alerta se
La Policía Internacional, conocida como Interpol, ha emitido una advertencia roja contra un grupo de seis costarricenses tras una solicitud formal de las autoridades francesas. Esta alerta se considera una medida crucial en la lucha contra el crimen internacional y está diseñada para facilitar la detención y extradición de individuos sospechosos de delitos graves. Según la información proporcionada por la organización policial, estos seis hombres enfrentan acusaciones relacionadas con una serie de delitos severos que incluyen:
Interpol, a través de su sitio web, ha revelado que estos costarricenses han estado siendo buscados desde diciembre del año pasado. Sin embargo, hasta el momento no hay informes que indiquen que alguno de ellos haya abandonado el país, lo que sugiere que todos podrían estar actualmente en territorio costarricense, según lo señalado por la Dirección General de Migración y Extranjeros.
Investigaciones en bases de datos, incluyendo registros del Fondo de Seguridad Social de Costa Rica, el Tribunal Electoral y el Ministerio de Finanzas, han indicado que estas personas residen en áreas como Quepos, Garabito y Alajuela. De acuerdo a información previamente recogida, varios de ellos tenían antecedentes de trabajar en ventas callejeras en lugares turísticos, como la playa de Manuel Antonio.
Particularmente, dos hombres con el apellido Gutiérrez, que se encuentran en la lista de fugitivos, habían presentado una apelación en el pasado, en 2007, como vendedores ambulantes. Otro de los hombres, apellidado Sánchez, parece tener vínculos con la industria turística, mientras que uno más, Vargas, está registrado como «agente de ventas, taquillero y organizador de subastas» por parte del Ministerio de Hacienda. Actualmente, no hay información sobre la ubicación de los seis sospechosos.
La consulta del caso por parte de Interpol en Costa Rica fue llevada a cabo por la Agencia de Investigación Judicial (OIJ), que respondió que no podían ofrecer información adicional.
«De acuerdo con el estatuto de Interpol respecto a la protección de datos y la Sección 295 de la Ley de Procedimiento Penal, no se puede ofrecer detalles sobre asuntos previos. Esta es la razón del caso».
En este contexto, actualmente hay diez costarricenses figuran en la lista de notificaciones de alerta roja, siendo esta una herramienta crucial de Interpol para la cooperación policial internacional. Estas notificaciones no son órdenes de arresto internacionales, sino solicitudes para que los países colaboren en la detección y detención de individuos que esperan extradición o procedimientos judiciales similares. Esto implica que si una persona tiene una advertencia roja, significa que está siendo buscada por un país o tribunal internacional, pero cada nación tiene la facultad de decidir según sus propias leyes si proceder o no con el arresto.
Aparte de los seis costarricenses, las autoridades de otros países, incluyendo Panamá, Estados Unidos y Bulgaria, también han solicitado la detención de otros cuatro costarricenses por diversos crímenes, que van desde fraude y tráfico de drogas hasta agresión sexual infantil y homicidio.
Un caso notable es el de Nazira María Cruz, conocida como «la viuda negra», quien ha estado en el ojo del huracán por las acusaciones de un crimen grave en Estados Unidos. Esta mujer, un educador originario de Grecia, Alajuela, es acusada de haber asesinado a su esposo, Michael Cross, mediante envenenamiento. Ambos se conocieron durante unas vacaciones en Costa Rica y se casaron, pero su matrimonio terminó abruptamente cuando Cross fue encontrado muerto en su rancho en Lovelock, Nevada, en julio de 2008.
Después de ser acusada de homicidio en primer grado, Nazira huyó del país y fue objeto de una búsqueda internacional durante varios años. En una trama digna de una novela criminal, se le atribuyeron múltiples cargos que incluyen el abuso de fondos de su esposo, la simulación de cáncer y la falsificación de su propia muerte para escapar de las autoridades.
Finalmente, fue localizada en Perú en 2014, donde había llegado utilizando documentos falsos. Sin embargo, el proceso de extradición ha sido complicado, y Nazira todavía enfrenta desafíos legales en este contexto. Desde entonces, ha quedado en la custodia de las autoridades peruanas.
Su último movimiento registrado por la Dirección General de Migración y Extranjeros fue el 12 de marzo de 2023, cuando entró nuevamente a territorio costarricense.
Un segundo caso a resaltar es el de un médico llamado Moreno, quien fue acusado de abuso sexual infantil en Costa Rica y posteriormente huyó a los Estados Unidos. En 1989, Moreno fue sentenciado por múltiples delitos de corrupción de menores en Turrialba y, aunque fue arrestado en Houston en 2005 por similares acusaciones, escapó de la justicia una vez más.
Finalmente, otro caso relevante es el de Ivan Velinov Kitov, un ciudadano búlgaro con un historial de fraude millonario a su nombre. Kitov es conocido por haber defraudado a diferentes inversionistas por al menos 9 millones de euros en Bulgaria. Para eludir su captura, ingresó a Costa Rica con una identidad falsa y vivió bajo el nombre de Jack Hassell.