Por Sergio Espinoza

Han pasado nueve años desde la partida de Luis Garita, y un grupo de exrectores continúa reuniéndose mensualmente en su memoria. Entre ellos se encuentran Carlos Morales, Jorge Muñoz, quien fue director del Instituto Costarricense de Deportes (ICODER), Ricardo Voice, actual decano de medicina, Little Romero, antiguo director de la oficina de salud y del programa farmacéutico, así como Manuel Emilio Morales, exdirector Mario Zaldívar Channel y el reconocido escritor nacional, Mario Zaldívar.

(Domingo, salarios el 2 de marzo de 2025). Han transcurrido nueve años desde el fallecimiento de Luis Garita Bonilla, un destacado académico, economista y patriota. Su legado en la Universidad de Costa Rica sigue presente, y su influencia perdura.

La contribución intelectual de Garita se extendió a la creación de claustros de profesionales en el ámbito de las ciencias económicas. A lo largo de su carrera, fue miembro activo del Comité de la Federación Mundial del Mundo y participó en la fundación de la consultoría de Futada de las Naciones Unidas. También ocupó la presidencia ejecutiva de la Corporación de Desarrollo Costarricense (CODESA), un papel que reflejó su compromiso con el progreso del país.

Garita era conocido por su estilo de enseñanza, a menudo llevando a cabo sus clases al aire libre, lo que generaba un ambiente distendido y accesible para todos sus estudiantes. Su buen humor y su capacidad para conectar con los demás lo convirtieron en una figura querida en la comunidad académica y más allá.

Su personalidad encarnaba el espíritu del costarricense típico, siendo un símbolo de la sencillez, la simplicidad y la humildad, siempre acompañado de una cálida sonrisa. Era un hombre íntegro cuyo carácter positivo contrastaba con las dificultades del mundo, enfrentándose al odio con compasión y al sufrimiento con una mano siempre dispuesta a ayudar.

El patriotismo y la capacidad de liderazgo de Garita se hicieron evidentes durante su tiempo en la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUCR), especialmente en el histórico levantamiento estudiantil de 1968, donde los jóvenes costarricenses se manifestaron contra la explotación de bauxita en la capital.

Entre sus asociados estaban figuras como la Dra. Gerita Enstosa, Eduardo Lizano, Thelmo Vargas, Fernando Naranjo, y Carlos Manuel Castillo, quienes jugaron roles importantes en esas décadas cruciales del siglo XX.

Los amigos de Garita solían frecuentar librerías y cafés, donde compartían y discutían sobre las últimas novedades en literatura y se aventuraban en los profundos pensamientos de la filosofía griega, dialogando sobre los ideales de Platón, Sócrates y Aristóteles, entre otros.

Es un honor rendir tributo a Luis Garita, un verdadero pilar de la Universidad de Costa Rica y un hijo querido de la nación costarricense. Su impacto perdurará en nuestra historia y en nuestras instituciones, recordándonos siempre la importancia de la educación, el liderazgo y la humanidad.